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Revista de Acción Educativa, Nº 88

Hace: ahora veinte años nacía Acción Educativa y convocaba su primera Escuela de Verano. Hace ahora veinte años la dictadura daba sus últimos coletazos y se vislumbraba un horizonte de democracia y libertades. Hace ahora veinte años, después de un largo trabajo de muchas profesoras y profesores, se concretaba la Alternativa para la Escuela Pública. Hace ahora veinte años…

Hace ahora, veinte años, decíamos, nacía Acción Educativa, y lo hacía por la necesidad que tenía un grupo de profesionales de la enseñanza de sacar a la Escuela de lugar en la que se encontraba y de impulsar la Renovación Pedagógica. Eran tiempos de clandestinidad, casi al final de la dictadura. Fue en aquella tesitura en la que se convocó nuestra primera Escuela de Verano. Desde entonces y hasta la fecha, miles de profesores y profesoras, se siguen acercando todos los veranos a seguir renovando la escuela, a perfeccionarse en su tarea decente y a luchar por un mundo más igualitario y más justo. Y lo siguen haciendo sacrificando parte de sus vacaciones.

Profesoras y profesores que acuden fieles, año tras año, o se acercan a nosotros por primera vez y se entusiasman con lo que hacemos. Profesoras y profesores que son uno de los mayores tesoros de esta asociación.

A lo largo de estos veinte años Acción Educativa ha seguido luchando por el viejo sueño de una auténtica Escuela Pública: laica, pluralista, democrática, participativa, con un cuerpo único de profesores…

Hemos organizado diversos Grupos de Trabajo y Seminarios de Investigación, editado una revista educativa, participado en multitud de foros educativos en los que siempre hemos manifestado una sensibilidad hacia e l papel que desempeña la profesora o el profesor.

Por eso hemos querido dedicarle esta XX Escuela de Verano. Queremos que nos ayudes a reflexionar sobre la importancia que tiene el profesor en los procesos de aprendizaje/enseñanza, a saber cuales son las necesidades que tiene en su Formación Inicial y Permanente, como se adapta a los continuos cambios sociales y educativos que se van produciendo en la sociedad, cuales son sus miedos, cuales sus logros… En está reflexión sobre el profesor, igual que hicimos hace veinte años, hemos mirado hacia el más lúcido e interesante punto de luz de la historia educativa de este país, y al igual que hace veinte años hemos reparado en la Institución Libre de Enseñanza: a ella queremos dedicarle un hueco muy especial.

En estos veinte años, asimismo, la escuela española también ha dado un cambio bastante sorprendente. Primero fue la LODE, una Ley Orgánica que aseguró el Derecho a la educación para todas y todos, hizo más democráticos los centros y reguló los fondos públicos por los que éstos se regían.

Después vino la LOGSE, un aire fresco y renovador que concretó algunas de las propuestas históricas de los MRPs. También la Reforma del Ciclo Superior, la Reforma de los Ciclos Inicial y Medio, la Formación Permanente del Profesorado, la: implantación de los CEPs, las 77 Medidas, el nuevo proyecto de Ley sobre participación, gestión y gobierno de los centros…

Demasiados cambios, quizás.

Muchos de ellos profundos y significativos, de vital importancia para nuestro país y reclamados insistentemente por los Movimientos de Renovación Pedagógica. Cambios que no creemos que hayan producido un significativo cambio en los pensamientos de las profesoras y los profesores de nuestro país.

Creemos que son los maestros y las maestras, los que con su práctica diaria y con la investigación que en ella realizan, los que interpretan y transforman las leyes. Ese maestro que acude a la escuela, no como el único poseedor del saber, sino como dinamizador de los saberes que fluyen en el aula.

Que sabe lo que el niño quiere y lo que necesita y que le ayuda y le anima en el proceso de construcción de su aprendizaje y de su personalidad.

Por eso, ante la avalancha de una educación excesivamente tecnologizada seguimos reivindicando el papel fundamental que tiene el maestro en los procesos de sus alumnas y alumnos. Es cierto que los niños y las niñas son los auténticos arquitectos de su aprendizaje, pero siempre está la mano del maestro para darles seguridad en sus decisiones y estimularles en su trabajo.

De nuevo, este año, te invitamos a reflexionar y trabajar con nosotros. Creemos que este es un buen momento para movilizarse de nuevo para aglutinarse en torno a distintos colectivos que luchen por una escuela y un mundo mejores.