En Madrid comenzamos el curso 2012-2013 viviendo las consecuencias de las decisiones tomadas por la Consejería de Educación desde cursos anteriores hasta hoy. Las agresiones a los docentes de la escuela pública, a las familias que tienen a sus hijos en ella y a toda la ciudadanía han seguido creciendo: continua la reducción de plantillas con la destrucción de empleo que supone (unos 80.000 profesores menos en toda España); supresión de especialistas para alumnado con necesidad de apoyo específico; disminución de sesiones de refuerzo educativo; progresiva eliminación de las Escuelas Infantiles públicas subiendo las cuotas en más de un 175 %; disminución drástica de los apoyos a conservatorios y escuela de música; dramática desaparición de plazas en Educación de Adultos (desaparecen prácticamente todas las actividades que se salen de Alfabetización, Primaria y Secundaria), en Bachillerato y en Formación Profesional; intrusismo en la docencia de empresas privadas con la disculpa del bilingüismo; reducción drástica de las becas de comedor que, junto a las últimas perlas como el “cuidado” en los comedores escolares por parte del profesorado y el previsible despido del personal que se encarga ahora de ese cuidado, hacen intuir el desmantelamiento de este servicio, lo que perjudicará a los Centros Públicos y beneficiará a la Enseñanza Privada (Concertada o no); supresión de las becas para libros (un centro de secundaria de Getafe recibió 18.000 euros para becas de libros el curso pasado, este año ha recibido en torno a 1500; algo similar pasa en los centros de Infantil y Primaria); se han reducido en más de 70 % los centros que tenía Aulas de Compensación Educativa; la dotación económica para el funcionamiento y mantenimiento de los colegios también ha disminuido.
Desde los Movimientos de Renovación Pedagógica queremos expresar, una vez más, nuestra denuncia ante la brutal y persistente agresión que está viviendo la escuela pública. No podemos consentir que consigan su objetivo de desprestigiarla para destruirla.
La respuesta de la comunidad educativa a esta barbarie tiene muchas expresiones que creemos legítimas y necesarias: concentraciones, marchas, manifestaciones, encierros y ocupación de centros públicos, foros de reflexión y debate, huelgas generales e indefinidas, todo tipo de acciones en confluencia con otros sectores públicos…
En estos momentos la comunidad educativa también necesita abrir nuevos campos de trabajo (lucha ideológica) y nuevas estrategias hacia la creación y consolidación de una conciencia crítica personal y colectiva, participativa y autogestionada con espacios y tiempos de nuevas e imaginativas formas de denuncia y de propuesta, de debate, reflexión y expresión desde todos los ámbitos posibles…
Hoy son más necesarias que nunca propuestas y acciones que se conviertan en referencias éticas y políticas de denuncia de una sociedad neoliberal de capitalismo salvaje y en declive durante un ciclo que se cerrará a medio y largo plazo, y de anuncio de que un nuevo ciclo de emancipación de la humanidad se ha iniciado ya. Por eso somos conscientes de que las acciones colectivas que se proponen apoyan y animan hacia un objetivo común: la construcción de una ciudadanía democrática que hace posible una nueva sociedad de todos, para todos y con todos y todas sin miedo, y con la confianza de que abrimos caminos nuevos en esa dirección. Sabemos que es imprescindible la implicación de todos los sectores en esta tarea, no solo educativos, de todas las personas que viven con la pasión y entrega el compromiso consigo mismo y con una sociedad más justa y más comprometida con el futuro.