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Ya han salido el número de plazas para las oposiciones al Cuerpo de Maestros y éste año también para el Cuerpo de Profesores de Secundaria cuando no correspondía que salieran éstas segundas, ya que se convocan un año sí y otro no alternándose, para que no coincidan con las primeras. Tendría sentido si se admitiese que hay carencia de profesores.

Los datos del número de plazas por especialidad resultan ridículos. En Primaria un total de quinientas cuarenta plazas, la mayoría destinadas a la especialidad de Inglés y en perjuicio de las especialidades de Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje, Música y Educación Física donde se convocan solamente veinte plazas para cada especialidad.

Escalofriante sería hablar del deterioro que ha sufrido la especialidad de Primaria en estos últimos años. Con la llegada del Programa Bilingüe en los centros públicos de la Comunidad de Madrid estas plazas han dejado de ofertarse para que pasen a manos de los maestros de la especialidad de Inglés. Resulta más rentable cubrir estas plazas con dichos maestros ya que imparten a su vez áreas como lengua y matemáticas, pero sin tener la especialización y didáctica adecuada para ello.

No es menos importante mencionar a la gran abandonada etapa de Infantil.  Al no ser un período obligatorio se han olvidado que el estadio más importante de la vida de un niño trascurre en estos años. La mayoría de los centros públicos ya no cuentan con un maestro de apoyo en esta etapa y se reducen las plazas también con la alerta inminente de fulminar las pocas Escuelas Infantiles que quedan.

En Secundaria los datos también son desmoralizantes: treinta plazas de Inglés, ocho de Orientación y siete en cada una de las siguientes especialidades: Historia, Lengua, Matemáticas, Tecnología, Biología y Física. Esta convocatoria no significa que aumenten las plantillas. Como mucho es la mitad del profesorado que se jubila, ya que aplican una tasa de reposición muy baja. Y no compensa la tremenda destrucción de empleo que se viene produciendo en Madrid con los recortes desde 2011.

Los datos objetivos son devastadores y someten al profesorado interino a un alto nivel de estrés y sobresfuerzo sin posibilidad de obtener plaza.

Es preocupante saber además que con la llegada de la crisis los centros públicos comienzan sus cursos escolares sin esos interinos ya que la Administración Pública los nombra semanas después de comenzar el curso. Lo mismo ocurre con las bajas laborales no se cubren hasta pasados quince días laborables dejando clases y más clases sin sus maestros y realizando continuas sustituciones entre el resto de profesionales del centro.

Otro dato aclaratorio sería hablar de que actualmente conviven dos leyes educativas. En Primaria las programaciones y los temarios hablan de LOMCE y LOE y dependiendo del curso al que se dirija la programación didáctica que se tiene que presentar en las oposiciones los maestros podrán hablar de unos contenidos u otros, añadir o quitar estándares de aprendizaje, mencionar o no objetivos, cambiar competencias básicas por competencias claves y reconocer que determinados alumnos de necesidades educativas especiales ya no lo soy con la nueva ley.

Menos mal que después de toda esta burla, están los maestros que miran solo por los protagonistas de esta historia, los niños. Estos adaptan las actividades adecuadas al nivel madurativo de sus alumnos, promueven aprendizajes cooperativos, atienden las dificultades, investigan, fomentan el desarrollo de todas las competencias independientemente de cómo se llamen, promueven una evaluación formativa, desarrollan y llevan a cabo actividades motivadoras que favorecen ante todo el desarrollo integral del alumnado en todas sus dimensiones.

                                                                                         Junta Directiva de Acción Educativa.