«Robinson y Crusoe».
Foto: Daniel Alonso. CDT.
A lo mejor porque empecé a hacer teatro con él. Un mes rodando por Andalucía con personas con las que nunca había trabajado y fue como estar de viaje con amigos. Y a partir de entonces, siempre.
A lo mejor porque llenamos mucho tiempo de risas, de cervezas, de kilómetros, de cargas y descargas, de ensayos, de actuaciones, de marrones…
A lo mejor porque conocí en él a la persona que más pasión me ha transmitido por su trabajo.
A lo mejor por su cercanía, por su optimismo, por su compromiso, por su capacidad de disfrute, por su curiosidad, por su atrevimiento.
A lo mejor porque encarnaba la palabra «compañero».
A lo mejor porque afortunadamente no era un santo.
A lo mejor es por esas cosas. No lo sé.
El caso es que desde hace unas semanas no dejo de cruzarme con un flautista sin inspiración, en la casa imaginada sólo se escucha el eco de sus pasos, Cele no deja de llorar y Lorenzo no quiere hablar con nadie.
Eso me ocurre a mí, porque me tropiezo con ellos, pero me consta que en todas las escenografías que añoran esa voz hay muchos más personajes mudos y tristes.
De los suyos no puedo decir nada. Se fueron con él.
Gracias, Luis.
Alberto Sebastián.
LUIS, AMIGO, ACTOR, PADRE Y COMPAÑERO
Escribir desde la desolación.
Escribir desde la memoria.
Escribir desde un profundo dolor.
Recordar desde el tiempo.
¿Diez, doce, quince años?
Un ensayo en el teatro de Medicina.
Un actor sudoroso esperando un comentario sobre su trabajo.
Meses después ensayando “La danza del sapo”
Años después “La casa imaginada”
Otra vez “La danza del Sapo”
Años después “Robinson y Crusoe”
Trabajar contigo ha sido una experiencia maravillosa.
Tomar unas cervezas contigo, tras el trabajo, un placer.
Ver crecer a tus hijas ha sido un privilegio.
Conocer a tu compañera y su dulzura, una ternura.
Disfrutar de la palabra de Hierro, en Alta Mar, el dos de mayo de Goya,
de Galdós y Pereda y de los Versos Biodiversos en La Sucursal…
Con esa palabra tan bien dicha por tu voz transformada en cada ocasión
por la fuerza del personaje que te había invadido,
ha sido compartir el amor por el teatro, por lo efímero e inaprensible del momento teatral.
Sentir el profundo dolor de tus compañeros de La Machina
y de Paco, tu hermano teatral
y sentirme desolado con todos ellos y con tu familia .
En tanto mi memoria me respete, pervives en mi. Un abrazo compañero.
Carlos Herans.
INAEM.La escena pierde a Luis Oyarbide
