Los días 27 y 28 de septiembre de 2024 la universidad Complutense de Madrid puso en pie un congreso donde acudieron 550 asistentes de diferentes partes del mundo, México, Chile, USA, Brasil, España…La pluralidad y diversidad se podía sentir en toda la sala.
Se abrió con una bella e interesante conferencia sobre democracia y participación por el catedrático de la universidad de Málaga, Miguel Ángel Santos, que con inteligente humor nos hizo soltar carcajadas y despertar conciencias. La participación es algo inherente en el ser humano, somos seres sociales… Por tanto, la democracia sería un estado natural en nuestra manera de coexistir con el otro/a.
Escuchamos experiencias educativas de diversas escuelas, institutos de Madrid, Navarra, Segovia, Alicante, Toledo, Murcia, Zaragoza, Sevilla, Argentina,… Decir que el barrio de Vallecas estuvo muy presente compartiendo sus proyectos pedagógicos a través de la escuela infantil Zaleo, la escuela Núñez de Arenas y la escuela Palomeras Bajas.
Escuelas con un sustrato pedagógico basado en Freinet, Montessori, Rosa Sensat, Neill, Freire, Ferrer Guardia…Etc. Buscando la justicia social, la equidad, la democracia para la libertad y en la libertad con la herramienta más fuerte como es la educación.
El discurso pedagógico se pobló de sabias palabras por personas como: Ana María Araujo desde Brasil, Henry Giroux y Peter Mc Laren desde USA.
Se dedicó un espacio a la obra de Pepe Domínguez Rodríguez “Transformación sociocultural y educación-crítica” cuyo ensayo abarca todas las debilidades y virtudes del sistema educativo y el contexto sociopolítico actual. También se ahondó sobre la memoria histórica y su olvido premeditado, la asignatura pendiente en nuestro país. Libros que nos hacen preguntas sobre ¿qué fue de la Segunda República, del Franquismo o de la guerra civil española? ¿El papel de la mujer en la historia pasada y presente? Preguntas que nos dirigen al presente de las aulas con un alumnado que convive con racismo, fascismo, LGTBI fobia, machismo…
Orientaciones ideológicas bañadas de una amnesia histórica intencionada y una dirección excluyente y de dominio. Nuestra educación está herida y es nuestro deber sanarla desde la raíz. El conocimiento debe ser democrático y llegar cada ser que habita la tierra independiente de la condición socioeconómica que experimente.
Este debate encendido fue construyéndose mediante diálogos como el de Julio Rogero y José Ramón Torres Baldoví.
Y las grandes aportaciones de renovación pedagógica por diferentes campos educativos desde la red de universidades y educación inclusiva, las AFAS y FAMPAS, movimientos de renovación pedagógica como: ACCIÓN EDUCATIVA, ESCUELA ABIERTA GETAFE, MCEP… Además del instituto Navarro de la memoria, el Foro de Sevilla, la Organización de Estados Iberoamericanos, la justicia social por la educación… Entre otros.
El congreso finalizó con la entrega de premios a las mejores experiencias educativas presentadas a EDUCACRÍTICA 2024.
Dar las gracias a la organización al completo desde las personas que facilitaron la entrega de credenciales hasta quién ideó este congreso en el que habitaron palabras como POLÍTICA, JUSTICIA SOCIAL, DESOBEDIENCIA EDUCATIVA, COMUNIDAD, EQUIDAD, FEMINISMO, CULTURA DEMOCRÁTICA, INVERSIÓN EN ÉTICA, HUMANIDAD, LIBERTAD, CONTEXTO HISTÓRICO, INCLUSIÓN, CIUDADANÍA, ÉTICA, COMPROMISO, FRATERNIDAD, CUIDADO, BELLEZA, ALEGRÍA, UTOPÍA.
Un congreso que sólo es un comienzo, una línea que hay que seguir trazando en el mapa socioeducativo donde estamos inversos. El proceso educativo se proyecta para la vida y durante toda la vida.
Concluimos con un poema del gran poeta César Vallejo:
MASA (CÉSAR VALLEJO)
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate, hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…
El compromiso de la masa humana es necesario, sin comprender la unidad no se puede defender la democracia. En nuestras escuelas caben todas y si alguien queda fuera, no podrá seguir viviendo.